Fragmentos de vidas

Ilustración: Valen (laperramistica) + Merly

Inicialmente, solo éramos visitas en este departamento, pero cuando nuestra estancia se prolongó por la cuarentena nuestro estatus fue impactado. Relaciones más fuertes se crearon y rápidamente nos volvimos roomies, amigos y hasta una familia unida por la crisis.

Entonces hablaré de esta dinámica entre nosotros, de esta vida cotidiana sin poder salir (de otra manera en la cual para hacer compras es solamente una vez cada dos semanas). Estamos cinco viviendo en el departamento, ya conocen a Mike entonces les presentaré el resto del equipo:

* Susana que tiene muchas funciones en este departamento. Huésped porque estamos viviendo en su casa. Consejera de viajes porque conoce mucho de Chile y de otros países como Argentina o Brasil. Cocinera porque nos prepara platillos típicos chilenos para que nosotros podamos descubrir la gastronomía chilena, aunque estemos en cuarentena. Madre porque nos tejió pantuflas a todos. Amiga, porque en nuestras platicas –con y sin alcohol- pueden que nunca se acaben y nos lleven por todos los temas posibles.

* Valen(tina), una colombiana que vino de intercambio pocos días antes de que comenzara la cuarentena. Estudiante en artes visuales, lee las cartas y ama a las papas a la francesa (las prepara y las come del diario).

* Tatiana (alias Tatis), la hermana menor de Valen quien también vino de intercambio. Ella estudia comunicación social, ayuda a Mike para sus videos y logro perder unos kilos durante la cuarentena (pero como sabemos que nada se crea, nada se destruye: Yo recuperé estos kilos).

La mayor dificultad de vivir cinco en un pequeño departamento es cuando decidimos cocinar al mismo momento. El espacio chico se vuelve minúsculo y es imposible abrir el refrigerador si alguien está lavando trastes. Pero el punto positivo es que nos permite platicar mientras cocinamos e intercambiar recetas. Globalmente nos organizamos para cocinar unos detrás de otros, y a veces nos pasa que preparamos comida en común y así compartimos entre todos.

En ocasiones nos reunimos en la sala para comentar las noticias del día y conversar acerca de las diferencias entre Francia, Chile, Colombia y México. Se estudiaron los acentos de cada uno y las colombianas fueron llamadas «las Ush» en referencia a esta expresión que ocupan demasiado, en cada frase. Mike por su parte defiende el acento mexicano informándonos que los doblajes latinos están hechos en México. En este momento empezaron las bromas acerca de las teleseries mexicanas y principalmente de la famosa «Rosa de Guadalupe» que toda América latina ha visto. Esta visión de México es muy prejuiciosa e incompleta. En ocasiones la vemos para reírnos un poco, pero a pesar de nuestras críticas y de la falta de utilidad sobre la historia del capítulo, nos quedamos viendo hasta el final.

A veces por las noches organizamos cenas. Siempre cocina alguien diferente y el interés es descubrir la especialidad de cada país o sino simplemente para compartir un momento, comiendo o bebiendo juntos. Estas noches se alargan cuando sacamos las cartas del tarot francés. Es un juego de cartas similar a la baraja inglesa con 22 cartas extras que permiten otros tipos de juegos como el “baiser” o el “tarot francés” que yo les enseñe. Nos divertimos mucho y descubrimos lados obscuros de cada uno, por ejemplo, Tatiana que –según sus propias palabras- nunca pierde. Nos lo repitió una y otra vez, mientras perdía… Peor cuando está tomada. No duda que cuando el Pisco (alcohol tradicional chileno) se sirve como agua, esta aliviada por vivir al final del pasillo.

Durante esta cuarentena festejamos tres cumpleaños. El de Mike llego primero y comprobamos que se podían recibir treinta personas en este departamento. Bueno, éramos cinco pero con muchas pelucas. Luego nos reímos que íbamos a seguir en cuarentena cuando llegaran los cumpleaños de las hermanas, mes y medio después. Y cuando llegaron sus cumpleaños seguíamos en cuarentena. Así que festejamos el cumpleaños de Tatis y unos días después el de Valen. Aun con cuarentena logramos encontrar regalos, cocinar pasteles y prepara platillos tradicionales.

Hablaré rápidamente de los vuelos de repatriación a Colombia en uno de ellos se iban a ir las Ush y debido a esto se sentía la incertidumbre en el departamento. El vuelo de repatriación de las colombianas fue cancelado y estaban esperando noticias para saber cuándo podían volver con su familia, porque las fronteras de Chile y de Colombia estaban cerradas. La dificultad para ellas es soportar la espera, la falta de información y gracias a esto se generan falsas esperanzas.

Anteriormente hubo dos simulacros antes de que ellas fueran repatriadas, dicho de otra manera: tres despedidas donde comimos demasiado para poder probar todos los platillos internacionales que habíamos cocinado: mexicano, chileno, francés e internacional.

El 20 de Junio de 2020 las colombianas pudieron volver a su casa junto a su familia, nos quedamos solamente tres en el departamento. La tranquilidad era sorprendente los días siguientes hasta que nos acostumbramos. Mike y yo “heredamos “su habitación, ya que esta es más grande que la que teníamos anteriormente y cuenta con baño propio. Muchos cambios en poquito tiempo.

Ahora solamente somos tres. Seguimos pensando en las Ush y recordando las bromas que hacíamos con ellas.

Nostalgia.

-Merly