Mike, YouTuber
- Merly
- 2 juin 2020
- 3 min de lecture
Dernière mise à jour : 5 juin 2020
Ocupar la cuarentena para dar vida a nuestras ideas.

En cuarentena, revisamos nuestras prioridades. A lo menos cuando estamos en búsqueda de trabajo.
En Santiago de Chile, las empresas que podían comenzaron con el trabajo desde casa, las otras tuvieron que limitar sus actividades. Unas tuvieron que despedir. De manera general en la arquitectura y la construcción, todas las obras en las zonas en cuarentena se pararon. Ayuntamiento y los diversos organismos administrativos que revisan y aprueban los permisos estuvieron en cuarentena y cuando vuelven a trabajar dan la prioridad a los temas importantes (o sean no se preocupan por ahora de los permisos de construir). Al igual, los proyectos públicos (concursos, obras, etc.) están retrasados o parados, el dinero ya no circula. Todos estos detalles complican el trabajo de los arquitectos y sus despachos. Si logran mantenerse con esfuerzos es todavía más difícil que llegan a contratar.
Entonces, estamos encerrados, Mike y yo, sin saber cómo ocupar nuestros días. El fin de la cuarentena siempre se aleja y las actividades que uno puede hacer en un departamento están limitadas. De ahí decidimos darle la oportunidad a un proyecto que teníamos pensado desde hace un largo tiempo.
Un canal YouTube.
Mike tenía esta idea desde hace un par de años, pero nunca se animó a hacerlo. Por falta de tiempo, de motivación o lo que sea, siempre uno encuentra pretextos. Y decidimos cortar con estos para al fin, poder agarrar esta oportunidad. La voluntad de este canal es compartir experiencias de viajes. Un poco como aquí, pero en video. Aconsejar a los que quieren vivir una aventura similar.
Platicar de viajes cuando todo el planeta está en cuarentena no es la mejor de las ideas. El trabajo para proponer un contenido variado (que no solamente habla de comida, aunque sea nuestra actividad principal) es todavía más grande. A eso añadir el hecho que no quiero salir en los videos, Mike se queda solo frente a la cámara. En estos momentos uno se alegra de tener roomies para que participen en los videos y así poder crear formatos más dinámicos.
Estas primeras experiencias demuestran que nada de todo eso es sencillo (aunque lo pueda parecer). Para empezar, los temas de los videos. Saber cuál será el asunto principal que se tiene que abordar y como construir el video para después pensar en el guión. Llega aquí otras preguntas, ¿apuntar todo el texto o dejar libre para improvisación? ¿Cómo? No hay que olvidar nada, ni volver a decir algo que se ha dicho justo antes, hacer tomas, otras tomas y volver a empezar. Es mucho tiempo. Y también impide pensar en el encuadre, el fondo, la iluminación, el sonido… La habitación es chica, es difícil gravar ahí pero no se escuchan ruidos parásitos, al contrario del balcón que ofrecer un encuadro más amplio y agradable, pero se escucha la cuidad. Una vez que están todas las tomas, se puede empezar a montar, y es mucho trabajo, todavía más para quien nunca ha hecho algo así. Descubrir el programa, aprender a usarlo, intentar diferentes efectos, observar diferentes videos de referencia, cortar, duplicar, recortar, ver, volver a ver, una y otra vez. Uno podría pensar que se acaba ahí, pero no. Porque quien dice publicación dice redes sociales, intentar de hacer que llega el link del nuevo video a todas las personas que les podría interesar, crear historias y todas estas cosas que no estamos acostumbrados en hacer. Pero no importa la cantidad de trabaja que se necesite, Mike lo hace con todo su corazón y mucha energía.
No conozco este tema de “hacer video”, solo son observaciones que surgen cuando veo a Mike trabajar. Es autodidacta, siempre busca a aprender nuevas cosas, observa mucho, sigue tutoriales, y siempre quiere mejorar.
Así es como uno pasa el tiempo en cuarentena, en la computadora, activando sus neuronas y arriesgándose.
… SUSCRIBANSE ! @Mike Manez
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