Vuelo de repatriación
- Merly
- 23 juil. 2020
- 5 min de lecture
Dernière mise à jour : 2 août 2020
Había una vez dos colombianas en Chile...

En Chile las fronteras terrestres, aéreas y marítimas están cerradas desde el 18 de marzo de 2020 esto con la finalidad de disminuir el aumento de los casos por el covid-19.
Por esta razón todos los vuelos fueron cancelados, incluyendo el de mis roomies colombianas. Valentina y Tatiana tenían sus boletos de vuelta para el mes de julio de 2020, pero su compañía aérea les avisó que su vuelo se había cancelado, Colombia también cerró fronteras. Las niñas tuvieron que hacer trámites para esperar que les devuelvan el dinero de sus boletos. Se quedaron en la incertidumbre de la fecha en la cual se podían regresar.
Mientras toman sus clases en línea, las hermanas mandaron muchos correos a su embajada para saber cuáles eran las soluciones que les proponían. Después de una muy larga espera, obtuvieron una respuesta y tuvieron que llenar muchos formularios para avisar de su situación en Chile. Las semanas pasaron sin ninguna noticia hasta que un primer vuelo de repatriación se organizó.
Era un vuelo «humanitario» que costaba 500 dólares por persona. Olvídense de lo humanitario. Valentina y Tatiana fueron avisadas por la embajada unos días antes del vuelo que estaban en la lista de espera, pero su contacto no tenía toda la información. No se sabía si el hecho de haber tenido un vuelo de regreso les permitía tener algún descuento o si se podía cambiar la fecha del vuelo sin cargo extra. Las niñas empezaron a organizar su maleta y ver si su familia podía juntar una suma tan grande de dinero para pagar los vuelos en muy pocos días.
Veinticuatro horas antes del despegue del avión, fueron avisadas por correo que no fueron seleccionadas para este vuelo. El avión despegó sin ellas y ningún otro vuelo de repatriación fue organizado en por lo menos un mes más.
Después de una larga espera sin ninguna información por parte de la embajada, otro vuelo se organizó. Chile quería repatriar los chilenos varados en Colombia y para no mandar el avión vacío a Colombia propuso repatriar a los colombianos varados en Chile. El vuelo era gratuito, pero con la condición de no volver al territorio chileno durante 9 años. Un castigo fuerte e injusto, pero no había tiempo para negociarlo: el vuelo era programado en los días siguientes.
Después de una larga reflexión, Valentina y Tatiana tomaron la difícil decisión de aceptar el castigo a cambio de un vuelo de regreso gratuito. El vuelo no tenía una hora definida y tampoco tenían carta de embarcación. Pero decidimos hacer su segunda despedida, aunque esta sería más grave debido al castigo que les iban a dar. El día antes del vuelo, en la tarde-noche, la embajada llamó a las hermanas para avisarles que su vuelo fue retrasado, Colombia no abrió su aeropuerto. El vuelo seguía de pie, pero el día en el cual ellas volarían no estaba definido. Un correo confirmó el retraso indefinido sin dar explicación oficial por este cambio.
En este momento nos enteramos que había gente que se aprovechaba de la desesperación de algunos colombianos para volver a su país y los estaban estafando. Pedían dinero a cambio de la promesa de organizar su repatriación y darles lugar en el próximo vuelo. Si Tatiana y Valentina tenían la suerte de tener un alojamiento, más de doscientos colombianos se encontraban en una situación más difícil y estaban acampando frente a la embajada de Colombia en Chile. Se quedaron afuera por varias semanas para presionar a su gobierno y tratar de obtener un vuelo de repatriación. El día del supuesto vuelo humanitario chileno con castigo, por culpa de los estafadores varias familias fueron al aeropuerto seguras de tener el vuelo confirmado y su boleto cuando en realidad les acababan de robar más de 500 dólares por persona.
Algunos días después, el rumor de un vuelo organizado por otra compañía aérea nos llega. Los boletos costaban 500 dólares por persona. Se nos complicó entender la razón detrás de esta lógica que permite a este avión volar hacia Colombia cuando un vuelo gratuito que permite a los colombianos de repatriarse se ve retrasado «sin razones» … O más bien nos rechazamos a ver la explicación más deshonesta y más lucrativa.
De todas maneras, las hermanas buscaron la manera de obtener lugares para este vuelo. A su gran sorpresa, un día antes de su vuelo, ellas fueron avisadas por su embajada que habían sido seleccionadas y además la compañía iba a aceptar sus boletos de retorno iniciales a Colombia en vez de cobrarles. Entonces su vuelo les iba a salir gratuito y sin ningún castigo por parte del gobierno chileno. Luego nos enteramos que todos no tuvieron esta suerte y que algunos tuvieron que pagar, aunque tuviesen un vuelo de vuelta cancelado.
Este día Valentina y Tatiana fueron al centro de Santiago con un permiso para poder «visitar» un poco. Mientras tanto Mike, Susana y yo cocinamos distintas comidas: chilenas, mexicanas y francesas. Cuando regresaron nos quedamos comiendo, bebiendo, platicando y disfrutando de estas últimas horas. La tercera despedida fue la vencida.
El día siguiente, el miércoles 17 de junio de 2020, retornaron a Colombia. Grabaron videos y nos explicaron como estuvo el vuelo. Llegaron con cinco horas de anticipación al aeropuerto y pasaron entre dos y tres horas haciendo fila para validar sus papeles con los representantes de la embajada de Colombia. Había mucha gente y una mala organización, pero lograron abordar el avión sin ningún problema. Justo antes de subir, les avisaron que los baños del avión no serían accesibles… era un vuelo de 6 horas. Entonces todos se fueron a los sanitarios del aeropuerto los cuales no fueron desinfectados entre una y otra persona. Una vez a bordo todos los pasajeros tenían su mascarilla puesta (a excepción de su vecina de vuelo) pero no respetaron el distanciamiento social: todos los asientos estaban ocupados. Las azafatas llevaban puesto un vestuario de cirujano (blusa, guantes, mascara que protege toda la cabeza…) y la comida que les dieron venía envuelta en plástico.
Una vez en Bogotá, todos los pasajeros tuvieron que pasar por migración: desinfectaron sus pasaportes y apuntaron su fecha de entrada al país y la fecha hasta cual tenían que hacer cuarentena obligatoria. Afuera un taxista especializado les esperaba para llevarlas a su domicilio. Cuando las dejaron en su domicilio correspondiente, el taxista les tomo una foto como prueba de que se iban a confinar en donde dijeron al momento de llenar los papeles de la embajada.
Ha pasado más de un mes y solamente los vuelos de repatriación permiten entrar o salir de Chile de vez en cuando. Algunos vuelos internos están organizados entre diferentes ciudades, una vez a la semana, únicamente para los que trabajan (y que llevan un permiso). La cuarentena sigue en la capital y ciudades más grandes de Chile.
Se empieza a escuchar de un plan de des confinamiento. Las compañías aéreas empiezan a vender boletos a precios muy atractivos para el mes de septiembre para mejorar el turismo y la economía, apuestan sobre el control de la pandemia en Chile.
-Merly
PS : Si quieren ver las grabaciones de las hermanas en este vuelo de repatriación, pueden verlas en el video de Mike: Vuelo de repatriacion Chile-Colombia
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